
¿Qué se te viene a la mente cuándo ves videos y fotografías de Ivonne Reyes, Eva Longoria, Jennifer López, Sofía Vergara o Shakira?
Desde la perspectiva de la sexualidad, uno de los estereotipos más extendidos sobre las mujeres latinoamericanas es que son “latinas calientes”. Los medios de comunicación, a través de la música, la publicidad, las noticias, el cine y la televisión, nos venden esta idea.
¿Crees qué las mujeres arriba citadas consideradas «latinas calientes» hubiesen tenido el mismo éxito con una imagen más conservadora?
Eva Mendes, una de las «latinas calientes» de Hollywood, comentó en una entrevista que lo que más le preocupaba cuando realizó su primera sesión de fotos “con poca ropa” era la reacción de sus padres de origen cubano. Luego, el paso del tiempo y las sumas de dinero que la modelo y actriz recibe por su trabajo, cambiaron la percepción de sus progenitores.
Y es que, en efecto, debido al ambiente en el que son socializadas, algunas mujeres latinoamericanas absorben estas ideas y reproducen estos estereotipos, ¡convirtiéndose en objetos sexuales con fecha de caducidad!
Vemos a jóvenes latinas subidas en tacones de vértigo, con diminutas minifaldas ajustadas y poses provocativas. Quizá en su imaginario mental creen que van a conseguir el éxito de alguna estrella latina que ha triunfado en el “Star World”…
Por lo general, las latinoamericanas residentes en el extranjero son asociadas a este estereotipo y a otras actividades relacionadas con la prostitución, la promiscuidad, y también a las tareas domésticas y a la maternidad.
Muchas veces no indagamos acerca de su formación y sus antecedentes personales y profesionales. Un rostro de piel morena y rasgos diferentes, nos parece exótico y nos impide cuestionarnos la información que está almacenada en nuestro cerebro.
Estamos en el siglo XXI y la imposibilidad de romper algunos estereotipos contribuye a que se sigan reproduciendo cierto tipo de comportamientos.
Quizá deberíamos preguntarnos: ¿Qué representa la sexualidad para cada uno de nosotros? Félix López Sánchez, catedrático de Psicología de la Sexualidad en la Universidad de Salamanca, opina que “la sexualidad está en el reino de la libertad y si esta no es respetada se generan atropellos que sufren generalmente menores y mujeres”.
En este sentido, las creencias que tengamos sobre nuestra sexualidad influirán en nuestra manera de comportarnos con nosotros mismos y con los demás.
Cinco factores que refuerzan el estereotipo de la “latina caliente”
1. La anatomía del cuerpo
Algunas tienen glúteos prominentes y pechos exuberantes. De forma inconsciente relacionamos estos cuerpos con una intensa actividad sexual. Este estereotipo se generaliza sin importar la diversidad corporal de las mujeres latinoamericanas.
2. La cultura del coqueteo
En Latinoamérica aún existe un ritual de conquista y de seducción. En Argentina, se dice: “calienta el agua y no se toma el mate” cuando una mujer ha estado saliendo con un hombre y no llega a tener una relación con él.
3. Bajo uso de anticonceptivos
En los países menos desarrollados, el uso de métodos anticonceptivos es bajo. Esto no siempre refleja promiscuidad, sino desinformación, falta de acceso o presiones culturales y religiosas.
4. La importancia de la belleza
En algunos países como Colombia y Venezuela, se valora enormemente la apariencia física. Las mujeres sienten orgullo de mostrar su feminidad a través de su forma de vestir.
5. Las expresiones afectivas
Las latinas suelen ser afectuosas verbal y físicamente. Decir “mi amor” o “cariño” no implica intención sexual, pero puede ser malinterpretado en entornos más fríos o formales.
¿Y qué pasa con los hombres y los medios?
Los hombres también tienen responsabilidad en este estereotipo. Muchos proyectan en las mujeres extranjeras sus propias carencias, deseos de posesión, de sorpresa o de sentirse valorados.
Una mirada más realista
La realidad es que la mujer latinoamericana de clase media no puede reproducir esa imagen mediática. Las actrices acceden a cirugías y tratamientos que muchas otras no pueden costear.
Cada mujer expresa su sexualidad de forma única, con independencia de su cuerpo o su forma de vestir. Más allá de las curvas o la ropa, hay pensamientos, sentimientos y emociones que merecen ser valorados.
Todas las culturas construyen su sexualidad de manera distinta. Cada persona tiene derecho a expresarse como mejor le apetezca, siempre que no viole los derechos humanos.
¡No todo es sexo en la vida de una mujer latinoamericana con un cuerpo lleno de curvas o sin ellas!
Mercedes Valladares Pineda
Psicóloga Transcultural Experta en Coaching
Acerca de la autora
Mercedes Valladares es psicóloga experta en coaching transcultural. Acompaña a personas y organizaciones en procesos de adaptación cultural, tanto en Madrid como a nivel internacional a través de sesiones online. Ha creado el método MOVERTE, que integra psicología, cultura y coaching para lograr objetivos con sentido. Su enfoque se inspira en la Psicología Humanista y el respeto a los Derechos Humanos.
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