
¿Cuáles son las cinco razones ocultas para emigrar?
No siempre es por falta de dinero, de trabajo o por reunificación familiar. En realidad, muchas decisiones migratorias están impulsadas por motivaciones personales, culturales, emocionales… y también profesionales. Este artículo explora, desde la psicología transcultural, las razones por las que las personas se marchan de su país en silencio, muchas veces sin poder explicarlo del todo.
Ana y el deseo de autenticidad
En un pequeño pueblo donde “las cosas se decían con la boca chica”, vivía Ana. Sentía que todo en su entorno era una coreografía social predecible: palabras bonitas, sonrisas forzadas y expectativas asfixiantes. Aunque tenía un trabajo estable y su familia cerca, no se sentía libre.
“Más vale ser cola de león que cabeza de ratón”, pensó un día. En su país destacaba, sí, pero no se sentía auténtica. Decidió dejarlo todo y buscar un lugar donde pudiera ser simplemente Ana. Sin explicaciones. Sin etiquetas.
Su historia refleja bien algunas de las razones ocultas por las que las personas se marchan de su país.
5 razones ocultas por las que las personas se marchan de su país que rara vez se mencionan
1. Autenticidad cultural
Algunas personas emigran para vivir sin máscaras. Buscan países donde su forma de ser no sea juzgada, donde puedan expresarse libremente sin sentirse fuera de lugar. Es una de las razones por las que las personas se marchan de su país que apenas se verbaliza, pero que cala hondo.
No todo el que se va huye… algunos buscan un lugar donde puedan respirar sin pedir permiso.
2. Viaje hacia la identidad
El cruce de fronteras físicas muchas veces acompaña a un cruce de fronteras interiores. Migrar puede ser una forma de reconciliarse con una identidad oculta o reprimida. En otros contextos culturales, ciertas facetas de la persona florecen con más naturalidad.
Como se dice en España: “cada oveja con su pareja”, pero primero hay que encontrar tu rebaño.
3. Orientación sexual y derecho a existir
En muchos países, la orientación sexual sigue siendo un motivo de exclusión, represión o incluso castigo. Para muchas personas LGTBIQ+, emigrar es la única vía para vivir su identidad sin miedo.
Es otra de las razones por las que las personas se marchan de su país: poder amar libremente.
4. La llamada de la privacidad
En algunas culturas, el espacio personal es reducido. Migrar puede ser una forma de escapar de esa intromisión constante y encontrar un lugar donde el silencio y la introspección sean valorados.
5. Huir de un pasado doloroso
A veces, el dolor no cabe ya en la casa, ni en la ciudad, ni en el país. Migrar se convierte en un acto de supervivencia emocional. Dejar atrás relaciones tóxicas, experiencias traumáticas o simplemente una versión de uno mismo que ya no se quiere habitar.
¿Y las empresas? Estereotipos que dificultan la integración
Aunque muchas personas se marchan de su país para mejorar su bienestar, su llegada a otro país no siempre es acogida con brazos abiertos. A menudo, las empresas reproducen estereotipos que dificultan su contratación, especialmente cuando la persona no viene con un respaldo institucional o empresarial.
Algunas preguntas frecuentes entre reclutadores son:
- “Si no viene como expatriado contratado por una empresa multinacional, ¿será que no es tan bueno?”
- “¿Por qué se habrá arriesgado tanto si tenía trabajo y una buena situación económica? ¿Habrá tenido problemas en su país?”
- “Demasiado cualificado para el puesto… o demasiado ‘diferente’.”
Estas percepciones, además de injustas, desaprovechan talento valioso y diverso. Una persona que ha tenido el valor de reconstruirse en otro país tiene habilidades que no siempre se ven en un currículum: resiliencia, creatividad, tolerancia a la ambigüedad y aprendizaje acelerado.
Desde la psicología transcultural, es clave que las empresas aprendan a identificar estos recursos invisibles y no dejarse llevar por prejuicios que bloquean la innovación y la inclusión.
Cómo entender las cinco razones ocultas por las que las personas se marchan de su país desde la psicología transcultural
Emigrar no es solo mudarse. Es despedirse de lo conocido, abrazar lo incierto, negociar la identidad en nuevos escenarios y muchas veces reinventar el propósito vital.
La psicología transcultural ayuda a comprender por qué algunas personas no solo emigran por necesidad, sino por coherencia interior. Y cómo esa coherencia, bien acompañada, puede traducirse en contribuciones valiosas para la sociedad y las organizaciones receptoras.
Reflexión final: migrar es un acto íntimo y profundamente humano
No todo el que migra huye. Y no todo el que se queda, elige quedarse.
Migrar es muchas veces una decisión de salud mental, de expansión personal, de fidelidad a uno mismo.
Como dice el refrán: “Más vale ponerse una vez colorado que cien amarillo”. A veces, hace falta dar un paso radical para empezar a vivir una vida que se sienta propia.
Si quieres profundizar más sobre este tema te recomiendo:
- Mi post: Cinco beneficios que obtienes al aceptar las diferencias
- Un artículo muy interesante: UNESCO – Migration: Beyond Economic Factors (en inglés)
Acerca de la autora
Mercedes Valladares es psicóloga transcultural y experta en coaching para empresas. Acompaña a ejecutivos en el logro de sus metas mediante sesiones de psicología y coaching transcultural. Imparte formación presencial y online a equipos y organizaciones en procesos de desarrollo profesional, liderazgo, adaptación y comunicación intercultural. Trabaja con su método MOVERTE para ayudar a conseguir objetivos con propósito. Su modelo de trabajo se inspira en la Psicología Humanista y en el respeto a los Derechos Humanos.