Las diferencias entre los seres humanos están a la orden del día porque venimos de diferentes áreas como la profesional, tenemos diferente sexo, género, orientación sexual, raza, etnia, nacionalidad, cultura, religión y existen infinitas diferencias en nuestra manera de sentir, pensar y comportarnos.
A pesar de todos los avances en materia de diversidad seguimos llenos de contradicciones.
De un lado, somos cada vez más homogéneos en los gustos y preferencias. Y, de otro, como contrapartida a esta visión global, los que triunfan y los que destacan entre la multitud son las personas que tienen ideas diferentes.
Hay escritores que se han atrevido a hablar de temas tabúes; deportistas que traspasan las leyes de la física coleccionando récords absolutos; o científicos que han descubierto la cura para una enfermedad “rara”.
Estas personas han encontrado un resultado diferente y enarbolan la bandera de la superación desde la igualdad diseñando su propia identidad a través de la diferencia.
¿Qué te hace diferente?
Una diferencia es lo contrario a la igualdad. Cuantas menos características compartes con otras personas hay mayor diferencia.
Te relacionas con personas semejantes porque ahorras la energía y el tiempo que se destina a conocer una mentalidad diferente. Y, como consecuencia, tus construcciones mentales basadas en valores identitarios se desbaratan como piezas de dominó.
A continuación, te menciono tres maneras de abordar las diferencias:
1. Refuerzas tus puntos de vista. No cambias las creencias que te han ayudado a sobrevivir y llegar a dónde estás. Piensas que lo sabes todo, rechazas y le das muy poco valor a otras ideas.
Tienes muchos conflictos interiores cuando te encuentras con perspectivas distintas. Esto se debe a que tus creencias vienen de tu cultura o de las personas que más amas como tus padres. Y, por lo tanto, están fundamentadas en la confianza y no en hechos reales basados en un conocimiento científico contrastado.
Por ello, tienes miedo de perder el control, pones barreras para que las nuevas creencias no te afecten y proteges tus propias inseguridades.
Imagínate que a una persona de determinada religión le dicen que el cielo y el infierno no existe, ¿Cómo va a actuar de ahora en adelante al saber que realizando ciertos comportamientos no se va a quemar en las llamas de ese siniestro lugar en el que siempre ha creído?
2. Aceptas la manera de comportarse de los demás. La curiosidad te ayuda a entender otras maneras de percibir el mundo y aceptas otros enfoques, tratas a las demás personas con un nivel básico de respeto, y tienes más disposición para prestarles ayuda.
3. Cambias. Observas los resultados de los comportamientos de otras personas, los pones en práctica y encuentras resultados diferentes a los que habías obtenido. Tienes apertura, ganas o pierdes, pero experimentas.
Mi intención no es que cambies, es simplemente que pienses en los cinco beneficios que obtienes al aceptar las diferencias:
1. Aprendes cosas nuevas. Todas las personas te enseñan algo nuevo y puedes tener una chispa de inspiración o una idea brillante.
2. Haces amistades más interesantes. Si no juzgas, generas atracción en otras personas, construyes una red ecléctica de amistades provenientes de otros entornos y con otros intereses.
3. Eres más progresista. Eres una unidad cada vez más pequeña y cohesionada debido a internet y la facilidad de viajar. La diáspora global está llena de una población con una identidad cultural más compleja. Somos como una cebolla, para conocer a una persona tienes que quitar varias capas hasta llegar a la primera. Si eres sensible a los cambios sigues la tendencia de progresión de esta cultura global.
4. Te sientes mejor. Si experimentas resistencia y odio hacia un grupo, tu energía baja. Si superas esa resistencia, te sientes ligero, feliz y experimentas más alegría y satisfacción.
5. Haces del mundo un lugar mejor. Si demuestras más -comprensión y aceptación- contribuyes a la conciencia colectiva compuesta por creencias que funcionan como una fuerza unificadora dentro de la sociedad.
Cuando ocurre una tragedia como un ataque terrorista en el que fallecen personas, se pone en marcha la conciencia colectiva en la que todas las personas nos convertimos en una.
Conclusiones
A. Cuanta más aceptación habrá más armonía y paz.
B. Todas las formas de discriminación provienen del miedo.
C. Las diferencias son un regalo destinado a cambiar algunos aspectos de tu personalidad.
D. Autoconocerte te da pistas valiosas sobre las partes que necesitas revisar para tener relaciones más saludables.
E. Aceptar los rasgos que te molestan de las personas y su idiosincrasia no implica que te gusten y las justifiques. Solo acepta que no tienes poder para cambiarlas.
«Somos parte de un gran jardín y compartimos una raíz común: la Madre Tierra. Somos árboles y flores de distintos colores, tamaños y especies. Y, nuestra belleza radica, en que somos diferentes».
Mercedes Valladares Pineda
Psicóloga Experta en Coaching Transcultural