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10 trucos para reconocer a un auténtico gato madrileño

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¿Y tú eres un gato?

Has escuchado cuando alguien le pregunta a un madrileño: ¿Y tu eres un gato? Lo más probable es que la respuesta sea que “no” ya que los auténticos gatos madrileños están en peligro de extinción.

Hay tres explicaciones para entender el porqué del mote de gato.

Explicación 1

En el año 1085 del siglo XI, España había sido ocupada por los árabes y Madrid, era la Villa de Magerit fundada por Muhammad I.

En el mes de mayo de ese año, las tropas de Alfonso VI, Rey de Castilla y León, rodearon la muralla que controlaba todo el valle del Manzanares y la sierra de Guadarrama.

Los madrileños tenían pocas posibilidades de ganar la contienda y lo hicieron gracias al atrevimiento de uno de sus soldados que escaló la muralla con una daga. La gente que estaba allí, observó sus movimientos ágiles y su gran destreza y por ello, le llamaron “Gato”.

Cuando comenzó la batalla el muchacho ya había alcanzado la cima de la muralla y de inmediato, quitó la bandera árabe y colocó la cristiana. El Rey para honrar su hazaña cambió su apellido por el de Gato. Al “Callejón del gato” del centro de Madrid se le ha dado el nombre de Álvarez de Gato, en honor a uno de los descendientes del primer gato de la historia española.

Explicación 2

Madrid es una urbe muy interesante entre otras cosas por sus puertas. En la época cristiana había que pagar tasas o peajes para poder entrar a la ciudad y los que carecían de medios para hacerlo, se valían de sus habilidades físicas y escalaban las puertas como los gatos. La puerta más conocida es la de Alcalá y es considerada como una de las siete maravillas de Madrid. Sin embargo, hay otras puertas que constituyen signos emblemáticos para la ciudad: la de Hierro, la de Toledo, la de San Vicente, la puerta Real que da paso al jardín botánico y la Puerta de Felipe IV, en el Retiro.

Explicación 3

El barrio de los Austrias o Madrid de los Austrias se caracteriza porque tiene un trazado medieval. Sus tejados eran el lugar perfecto para que se refugiaran los gatos y se decía que Madrid no tenía ratones por la presencia de estos felinos.

Pero… ¿Qué se necesita para ser un auténtico gato?

Para ser un auténtico gato las tres últimas generaciones de los dos padres y los cuatro abuelos de un madrileño deben ser naturales de Madrid. Si un madrileño no cumple este requisito, es solamente un “minino”.

En la actualidad la capital española se ha convertido en una ciudad cosmopolita y multicultural en la que conviven personas de todo España y todo el mundo. En el año 2014 el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó que la Comunidad de Madrid tiene 6, 543, 031 habitantes y no está claro cuántos gatos auténticos tiene la ciudad.

Sin embargo, en un artículo del diario El País titulado: “No, Madrid no es gato: lo que dicen las cifras”, se explicó que se tiene una idea más clara del número de los gatos que provienen del reino animal.

En el año 2014, en Madrid había 40.551, un gato empadronado por cada 100 habitantes. Se desconoce el número de gatos sin papeles que hay en la ciudad, lo que si es un hecho constatado es que hay seis veces más perros que gatos.

10 Trucos para reconocer a un auténtico gato madrileño…

En broma se dice que encontrar verdaderos “gatos madrileños” es igual de probable que te toque la lotería. No obstante, hay algunos trucos para reconocerlos. A continuación, te enumero diez:

Truco 1. Al igual que los gatos los madrileños son curiosos, desconfiados y mantienen la distancia. Los madrileños son muy simpáticos pero para que entres en su círculo de amistades, se toman un tiempo para conocerte.

Truco 2. Quizá por el porte elegante que tienen los gatos a los madrileños se les llama chulos, utilizando la acepción de esta palabra para referirse a un individuo de las clases populares de Madrid que se distingue por cierta afectación y guapeza en el traje y en el modo de conducirse. En este sentido, los madrileños son muy suyos y piensan que es el sitio en el que se habla mejor el castellano porque su acento es más neutro. Creen que la mejor agua es de Madrid, te das cuenta porque piden agua del grifo en lugar de agua embotellada. Asimismo, entre otras cosas, consideran que tienen las mejores cañas y tapas gratis.

Truco 3. Si le dices a un verdadero madrileño, “Sainz de Baranda”, te tiene que responder “chunda, chunda”. Desde los años 40 hasta los 80, la canción “La lechera” conocida como “chunda, chunda” era muy famosa en Madrid. Por eso, cuando le citas a un madrileño la Calle Sainz de Baranda llamada así en honor al primer alcalde de Madrid, lo primero que se le vendrá a la mente es la letra de esta canción.

Truco 4. Si le preguntas a alguien que supuestamente es de Madrid, ¿de dónde eres? y te contesta “De Madrid” es un impostor. Si te contesta: “De aquí de Madrid”, es un verdadero madrileño.

Truco 5. Un verdadero madrileño, conoce el “cheli” que es un lenguaje de barrio de la gente de Madrid. Si le preguntas a una persona “¿pillamos un teki a pachas?” y no sabe qué es, no es de Madrid. El significado de esta frase es: “¿Cogemos un taxi a medias?”.

Truco 6. Los madrileños adolecen de “laísmos”, un fenómeno lingüístico que consiste en emplear las formas “la” o “las” del pronombre personal como objeto indirecto, en lugar de “le” o “les”. Un madrileño te dice: “la dije que viniera”, en lugar de, “le dije que viniera”.

Truco 7. La pronunciación de dos palabras delatan a un auténtico madrileño. Te dicen: “Yo soy de Madrí” o “Yo soy de Madriz”, en lugar de pronunciar Madrid con la “d” al final, o la cambian por una z . Y no hay que olvidar el inconfundible “ejjjj que”, en lugar de “es que”.

Truco 8. Durante los veranos Madrid se queda totalmente vacío. ¿Dónde crees qué encuentras a los madrileños? Lo más probable es que se hayan marchado a las playas de la costa del sur de España. Muchos madrileños suelen veranear en Benidorm en las playas de Levante.

Truco 9. Prepárate para caminar ya que cuando le preguntas a un madrileño por una dirección y te contesta a diez minutos, probablemente tardarás media hora. Y si te dice que lejos o que tienes que coger el transporte público mejor alista tu pasaporte. Hasta el momento, no se sabe con exactitud cómo miden las distancias los madrileños.

Truco 10. Y no podemos dejar del lado, el tema de los tacos o insultos. Los madrileños tienden a “cagarse en todo”. Un ejemplo sería: “me cago en la mar”, “me cago en la leche”, etc. Esta expresión significa maldecir algo o quejarse por algo.

Si bien es cierto que hay muy pocos “gatos madrileños”, si eres de fuera y te preguntan: ¿cuántos años llevas en Madrid? y les contestas: “Llevo 20 años”, la respuesta más común es: “Pero si tu ya eres madrileño”. Con mucha más razón, esta afirmación se reproduce si has nacido en Madrid.

En general, el título de madrileño se concede a todas las personas que viven en la ciudad porque Madrid es una tierra muy hospitalaria ¡de todos y de nadie a la vez!

Mercedes Valladares Pineda
Psicóloga y Coach Transcultural

ACERCA DE LA AUTORA

Mercedes Valladares Pineda, trabaja en Madrid de forma presencial. Y a través de plataformas on line, a nivel internacional. Facilita procesos de coaching personal, de negocios y formación a medida “one on one” y para empresas. En el ámbito de la interculturalidad utiliza la cultura y la psicología como dos herramientas que se retroalimentan mutuamente. Por ello, facilita procesos a personas que quieren adaptarse a diferentes culturas, aumentar su autoestima cultural y aprender a gestionar la ansiedad y el estrés cultural. En el ámbito de la psicoterapia, ayuda a parejas transculturales a superar las barreras culturales que les dificultan su comunicación. Asimismo, facilita grupos terapéuticos para personas que atraviesan situaciones de crisis como soledad, depresión, ansiedad y a personas que padecen de enfermedades crónicas de origen autoinmune. Ha creado su propio modelo de trabajo inspirado en la psicología humanista y el respeto a los derechos humanos. Utiliza como estrategias de intervención las teorías que se pueden aplicar a todas las culturas: análisis transaccional, programación neurolingüística y comunicación no violenta.