El pasado 9 de febrero, tuve el placer de viajar virtualmente a Buenos Aires, Argentina para conversar sobre “microagresiones” con Marcelo Baudino*.
Las microagresiones se producen en todos los ámbitos de la sociedad y pueden ser de diferentes tipos, – nos dijo Marcelo. En la entrevista nos enfocamos solamente en las microagresiones relacionadas con la cultura y nacionalidad que se producen en el ámbito de la empresa.
Te transcribo las respuestas que me dio Marcelo a través de una entrevista en directo por Instagram.
Perla 1. Mercedes Valladares: ¿Qué son las microagresiones?
Marcelo Baudino: Son distintos tipos de comportamientos, gestos y comentarios que suelen ir más allá de la intención de minimizar, disminuir o descartar a una persona y se fundamentan en prejuicios y sesgos inconscientes.
Sus principales características son:
- Tienen una parte automática porque no importa si la intención es lastimar u ofender a alguien. No se trata de la intención, se trata del efecto de un comentario.
- Son sutiles, son cotidianas, están normalizadas, no te definen si sabes que son microagresiones. Alguien que no sabe que es una microagresión, se pone totalmente a la defensiva.
- Generan microinequidades que se vuelven permanentes a lo largo del tiempo.
IMPORTANTE: Si queremos que la disminución de las microagresiones genere un impacto mayor en la cultura en la que vivimos, debemos partir de lo “micro” en nuestras conversaciones cotidianas.
Perla 2. Mercedes: ¿Cómo podemos ser conscientes de las microagresiones que cometemos?
Marcelo: Para ser conscientes sobre las microagresiones podemos analizar el contexto en el que estamos y en el que hemos crecido. Por ejemplo, las microagresiones de género son más comunes en algunos lugares, las de raza, cuestiones étnicas y de edad en otros.
Hay distintos enfoques de roles dependiendo de quien infrinja una microagresión.
Mi rol cambia si:
1) Soy la persona que emitió la microagresión;
2) Soy la que la recibió, y;
3) Soy la que la observó, pero no soy la que la recibió.
Por regla general, no nos despertamos todas las mañanas con la intención de ofender a alguien: “hoy voy a hacer sentir mal a una persona con sobrepeso”, “mañana voy a hacer sentir mal a una persona con piel negra”.
Si quieres saber que estás cometiendo una microagresión, debes tener conocimiento sobre las microagresiones. No es sencillo descubrir que eres una persona que excluye. Es un proceso necesario, es andar ese recorrido de forma permanente y en el medio ir aprendiendo sobre el tema y adquiriendo nuevas miradas.
Hay una cuestión fundamental, ¿Por qué yo querría eliminar mis microagresiones?
Para querer eliminar las microagresiones debo tener un compromiso por la inclusión y la diversidad. Si a mi no me interesa la diversidad y la inclusión no se puede hacer mucho. Si tengo un compromiso, promuevo un espacio laboral en el que las personas puedan ser ellas mismas con acceso a igualdad de oportunidades. Entonces, tengo que ponerme en serio a trabajar en las microagresiones.
Perla: 3 Mercedes: ¿Cuántos tipos de microagresiones hay?
Marcelo: Existen tantas microagresiones como identidades posibles. Cuando estamos hablando debemos plantearnos las identidades. Es un proceso de aprendizaje continuo y permanente, no podemos anticiparnos a las microagresiones hasta que las hacemos.
Cualquier persona diferente se puede plantear una microagresión porque la identidad de las personas es compleja y esto es lo que nos define como seres humanos: nuestra diversidad, nuestra complejidad y el hecho de ser diferentes.
Perla: 4: Mercedes: ¿Cómo se pueden evitar las microagresiones?
Marcelo: Hay distintas formas para evitarlas: con paciencia, seguridad y a través de conversaciones que hagan ver más allá de la intención y que generan un efecto involuntario (parte inconsciente).
Hay algunos ejercicios previos que podemos hacer para evitar las microagresiones.
- No caigamos en supuestos, en generalizaciones subjetivas o en fuentes poco confiables.
- No asumamos que una persona es representativa de toda una identidad. Si estoy con una persona peruana no debo creer que todo lo que dice representa a los pueblos originarios, esta persona tiene una identidad única.
- Entendamos nuestras limitaciones y seamos conscientes de que hay mucho por aprender.
- Conectémonos con las personas con las que conversamos. Puede ser que se nos escape algún momento de la conversación, pero si hay una buena predisposición la gente lo va a entender y te va a decir: “esto que has dicho no está bien, por tal cosa…”.
Perla: 5. Mercedes ¿Cómo podemos introducir el tema de las microagresiones en el entorno laboral?
Marcelo: En las empresas hay distintos niveles de preparación. Hay personas que ya están deconstruidas y quieren un nivel de apertura hacia la diversidad mucho más alto que otras personas. Podemos abordar este tema a nivel personal y colectivo.
A un nivel personal nos podemos preguntar: ¿Cómo puedo deconstruirme como persona?
Una persona puede trabajar en su círculo íntimo y tener cierta influencia o bien, se puede acercar a Recursos Humanos y comentar la necesidad de hablar sobre la importancia de crear las bases políticas, institucionales y culturales de la empresa para que se faciliten este tipo de conversaciones.
Hay una parte de militancia personal. Pero, no podemos exigir a las personas que reciben las microagresiones que se encarguen de educar al resto, encima de que están recibiendo esas microagresiones, no pueden asumir la bandera de educadores.
También se puede hacer un abordaje colectivo y contactar con los líderes, conversar con recursos humanos, con los colegas con los que podamos proponer un posicionamiento en la organización y cambiar esa realidad cultural promoviendo iniciativas que puedan tener un alcance global en la empresa.
La mejor solución es salir de la lógica de que una sola persona pueda cambiar la realidad.
Anticipémonos a la microagresión, no esperemos a que la microagresión suceda, y que nos agarre por sorpresa. Hablemos antes: “Descubrí un libro sobre las microagresiones y me di cuenta de que todas las personas las hacemos. ¿Les parece que cuando alguien haga una microagresión la mencionemos como parte de nuestro trabajo?”
De esa manera, no se producen comentarios, como: “Me estás atacando a mi”. Sabremos que son comentarios que se hacen y que son necesarios para trabajar las microagresiones.
Es más fácil identificar las microagresiones en otras personas que en nosotros mismos. Por lo tanto, si queremos trabajar nuestras propias microagresiones necesitamos de otras personas. De ahí viene el hecho de anticiparnos, y de trabajar en equipo para minimizar las microagresiones.
Perla: 6. Mercedes, ¿Cómo se pueden gestionar las microagresiones?
Ejemplo: Una latinoamericana conoció al responsable de captación de fondos de una ONG española. Y, este expresó su sorpresa debido a su alto nivel cultural y educativo. Agregó que, las personas de su país trabajaban en el sector de la limpieza. ¿Cómo se debe responder a este tipo de comentarios?
Marcelo: La persona que recibe la microagresión tiene cuatro alternativas:
- Contestar de forma inmediata y abordar la microagresión directamente, en ese momento: “No todas las personas de mi país trabajan en la limpieza, en mi país hay mucha diversidad, hay personas que se dedican a la limpieza y otras que no”. Cuando haces esto la persona que envió la microagresión se da cuenta en el acto. Puede ser que esta persona salte a la defensiva y te diga: “No, no era lo que quería decir”.
- Abordar la microagresión después de que ha ocurrido de forma más tranquila cuando la persona que recibió la microagresión ya se haya calmado: “¿Tienes algunos minutos? ¿Me gustaría hablar contigo? Te escuché decir esto, no sé cuál era tu intención”. Es válido abordarlo en un contexto más seguro en el que la persona no necesariamente reaccione a la defensiva. Si pasa demasiado tiempo, tal vez se olvida o diga “no, yo no dije eso”.
- Priorizar la salud y la paz mental y no decir nada: la persona afectada debe decidir que batallas dar.
- Buscar apoyo en otras personas (El rol de los aliados): También es clave porque no soy yo siempre quién reacciona, no soy yo siempre la mujer que dice: “eso es machista”. ¿Qué tal si los varones decimos ‘ese comentario estaba fuera de lugar’? Hay que buscar, articular y distribuir a las personas aliadas que nos ayuden a ir promoviendo un mensaje en pro de la equidad y en pro de la inclusión.
Si nosotros/as somos los/as que enviamos la microagresión el gran desafío es que no nos demos cuenta de que estamos cometiendo la microagresión. El dilema es: ¿cómo puedo evitar la microagresión cuando no me doy cuenta de que estoy enviando esa microagresión?
Bajo esa perspectiva lo que necesito es anticiparme. Si le digo a mi equipo: “estoy trabajando en mis microagresiones. Si envío una microagresión, les agradecería que me lo hagan saber”. Con esta acción creo el contexto para hablar de microagresiones.
Ahora bien, si alguien levanta la mano, no tengo que reaccionar a la defensiva, teniendo en cuenta de que no me están juzgando, no soy una mala persona por emitir microagresiones.
Muchas veces las reacciones que se producen ante las microagresiones son mal interpretadas y se piensa que las hacemos porque somos malas personas, y la realidad es que las hacemos sin intención de ofender.
Por esta razón, tenemos que escuchar a las personas con atención, entender la situación, sentirnos cómodos y quizás no invalidarlo, no buscar excusas, y comprometernos con un cambio.
Muchas veces no lo sabemos hacer y acá un mea culpa para los varones en general, tenemos que aprender a pedir perdón, pero un perdón genuino, no se vale decir: “perdón si te hice mal”. Digamos: “perdón por hacer ese comentario que te generó X, voy a trabajar en ello, para que en adelante no suceda, gracias por decírmelo”. Ese ejercicio es sanador y de nuevo estoy mejorando yo, estoy trabajando sobre mis propias microagresiones.
Perla: 7. Mercedes, ¿Qué es el efecto acumulativo de las microagresiones?
En España hay personas extranjeras que llevan muchos años incorporadas al mercado laboral. Y, cada vez que empiezan un nuevo trabajo tienen que decir su origen. ¿Qué se puede hacer en estos casos?
Marcelo: Hay que visibilizar la identidad en el trabajo, hay que hablarla, hay que conocerla, y entender las distintas capas que forman nuestra identidad. Las conversaciones sobre las identidades son sanas.
El dilema de las microagresiones es que son sutiles, a veces el tono en el que preguntas, el énfasis que haces en un tema u otro, pueden en definitiva marcar la diferencia. Otra variable de las microagresiones es que, solemos analizarlas como hechos aislados: “te pregunté una sola pregunta al respecto, hice un solo comentario” pero para la persona que recibe la microagresión no es un hecho aislado.
El problema de la microagresión es el efecto acumulativo. “Yo lo vi como un hecho aislado porque yo te hice un solo comentario al respecto. Por lo tanto, no exageres”. La persona que permanentemente está haciendo comentarios sobre tu origen, por más que lleves 20 años en España o por más que hayas nacido en España ya no es sutil.
De nuevo, no estoy atacándote como persona. Pero, el efecto acumulativo de escuchar de forma constante determinados comentarios va generando un resultado, va construyendo una realidad.
El aprendizaje es no enfocarnos en una sola cosa. Quizá en España por todas las movidas que están habiendo con la inmigración, en las conversaciones tienen mucha más tensión. Pero, tratemos también nosotros de movernos de ahí, hablar de otras cosas y enfocarnos en otras áreas e intereses más allá de la identidad, teniendo en cuenta que esta es compleja y tiene muchas capas.
En Argentina, desde el 2015 con el movimiento: “Ni una menos” ha habido mucho énfasis en buscar un lenguaje más neutral, y mucho más inclusivo. Y, ha llevado a que muchos varones reaccionen también a la defensiva, lo minimicen o estén cansados al respecto.
Pero, en la balanza hay una desigualdad evidente y mucho trabajo en cuestiones que están sumamente normalizadas. Así pues, esto exige paciencia, apertura, una conversación y es un proceso a largo plazo.
Perla: 8. Mercedes, ¿Cuáles son las vías para introducir las microagresiones en las empresas?
Las empresas en Argentina, supongo que también en España, están en distintas etapas. Algunas vienen trabajando las microagresiones desde hace tiempo y las abordan de una manera mucho más sana. En el personal, percibes la expresión de la -diversidad- de forma mucho más clara.
Otras empresas están dando sus primeros pasos. Por eso, la introducción de las microagresiones en las empresas depende del contexto de la empresa en la que estés trabajando. Las empresas deben tener políticas de trabajo libres de discriminación y acoso.
Esto plantea una base para decir que determinados comportamientos no son tolerables en las organizaciones. Pero, las microagresiones escapan a eso, como son tan sutiles, no están contempladas en ese tipo de políticas.
Las empresas necesitan tener una estrategia organizacional a largo plazo que vayan planteando distintas iniciativas para que se normalicen este tipo de conversaciones, y entender distintos tipos de capacitaciones, charlas e iniciativas que puedan sustentar el hecho de que suceden.
Lo raro no debería ser levantar la mano y decir algo. Debe ser lo contrario, que haya una cultura en la que en el proceso de aprendizaje se pueda levantar la mano. Las personas que reciben las microagresiones suelen pertenecer a grupos subrepresentados, sin privilegios.
Como varón no estoy en posición de decirles a las mujeres cómo deberían reaccionar, porque no soy quien está sufriendo ese tipo de microagresiones relacionadas con todos los estereotipos que hay sobre las mujeres.
No voy a decir: “lo que tienes que hacer es…”. Incluso si te digo que hagas, sería otra microagresión. Entonces, aquí hay que legitimar. Algunas personas reaccionarán de manera más explosiva, otras tendrán más paciencia, otras tendrán las herramientas, y otras no dirán nada.
De nuevo no voy a pedirles la solución a las personas que reciben la microagresión porque yo personalmente no sé lo que implica estar permanentemente oprimida.
En el caso de una persona racializada o una persona negra, no sé lo que implica estar permanentemente bombardeado por microagresiones, en los medios, en los comentarios, etc.
En Argentina se está aprendiendo a omitir “quilombo”, “mercado negro”, donde todo lo negro es negativo. No voy a decir: “tenés que reaccionar de manera amable” porque tampoco es justo.
Cada persona va haciendo lo que puede, y a nivel de empresa la clave es crear una cultura en la que se promuevan espacios para conversar estos temas.
Si recogemos las perlas que nos ha dado Marcelo sobre las microagresiones podemos resumir que hay tantas microagresiones como identidades y como personas que hay en el mundo porque todos y todas somos muy diversos y diversas.
Mercedes: Es muy importante tener en cuenta que las microagresiones en su mayoría son inconscientes. Pero, también hay una parte de intuición que nos puede ayudar a detectar las microagresiones. Hace algunos años, escuché cuando una amiga le preguntaba a otra: ¿Cuál es tu color natural de pelo? Y, algo se movió dentro de mi.
Marcelo: Todas las personas tenemos libertad de expresión y aunque nuestras empresas no estén formadas en este tema podemos convertirnos en las personas que abran el camino hablando de forma abierta. Dicen que cuando se ponen las cartas sobre la mesa se evitan los conflictos.
Marcelo trabaja en Belonging y lo puedes encontrar en belongingdei.com, en Linkedin y en Instagram.
*BIO DE MARCELO BAUDINO
Marcelo es consultor intercultural, conferenciante internacional y autor. Su trabajo consiste en desarrollar estrategias para gestionar la diversidad y promover entornos inclusivos de trabajo. En el año 2009, fundó la consultora, Iceberg Inteligencia Cultural. Y, actualmente, trabaja para Belonging.
Mercedes Valladares
Psicóloga Experta en Coaching Transcultural