A estas alturas ya estarás cansado de los clásicos artículos que se han publicado antes de fin de año en los que te han dado diversos consejos sobre cómo cumplir tus propósitos en el 2016.
¡Llevas toda la razón!…
Recuerda que en las culturas occidentales llevamos 400 años celebrando las fiestas de fin de año y resulta agotador que todos los años nos repitan lo que ya sabemos que tenemos que hacer.
¡Y es que el tiempo pasa muy rápido! ¡Hoy es 7 de enero! Casi sin darte cuenta, entre celebración y celebración, ya has vivido la primera semana del 2016.
En todos los países del mundo hemos finalizado el año con nuestras propias tradiciones.
En España, y en los países de Latinoamérica que mantienen las costumbres de las antiguas colonias españolas, el fin de año se celebra con el ritual de los tres 12’s; 12 uvas que representan los 12 meses del año entrante y 12 deseos que queremos que se cumplan durante los 365 días del calendario.
En otros entornos, se practican rituales como comprar lociones, amuletos y talismanes que dan buena suerte o hacerse “limpias” que se lleven las malas vibraciones del año viejo.
En algunas ciudades de Japón, antes del último día del año, se limpian las casas por dentro y por fuera; y a media noche, un monje hace sonar un “gong” en un altar local como símbolo del perdón por los errores cometidos durante el año.
Los holandeses salen a las calles con sus árboles de navidad para purgar el año anterior y dar la bienvenida al nuevo año y, los escoceses visitan a sus vecinos después de medianoche para felicitarse.
En España con la llegada de los Reyes Magos la madrugada del 6 de enero, terminan oficialmente las fiestas navideñas y es hora de retomar nuestra vida normal.
Del mismo modo, en que celebramos el año nuevo, también hacemos una lista de propósitos. Esta tradición proviene de los babilonios, quienes hacían promesas a sus dioses con la esperanza de ganar algunos favores durante el año recién comenzado. ¡Con frecuencia, sus propósitos se centraban en pagar sus deudas!
Propósitos transculturales…
En algunos países occidentales, los propósitos de año nuevo son similares: perder peso, reducir el estrés, ahorrar y ganar dinero, encontrar empleo y pareja, viajar y dejar algunas adicciones como el tabaco y el alcohol.
Esto es debido a que las tendencias, los problemas, las ideas y algunos conceptos se han ido globalizando. Y es que, nuestra localización y nuestro entorno más inmediato, tiene mucha importancia en la formulación de tus resoluciones.
En España se han hecho varios estudios sobre los propósitos de los españoles durante el 2016. El IV Barómetro Cofidis de la Ilusión realizado a 2.194 personas en todo el país nos revela algunas pistas.
La importancia de hacer deporte y cuidar la salud ha calado en la sociedad española. Según esta encuesta, el 25% de los españoles se propone ser más constante al realizar alguna actividad deportiva: el 21% se plantea cuidar su alimentación y el 17% elige adelgazar y conseguir trabajo.
El propósito común de perder peso en varios países, está relacionado con la expansión por todo el mundo de las comidas rápidas con alto contenido en grasas.
Estas han contribuido al incremento de la obesidad y a aumentar la incidencia de enfermedades coronarias; se han convertido en evidencias irrefutables de malestar físico que nos obligan a llevar una vida más sana.
Por ejemplo, la noticia de que Madrid acogerá en sus calles en 2016 un total de 130 carreras de todo tipo, junto al funcionamiento de las bicicletas de alquiler, refleja la tendencia a fomentar nuevos hábitos centrados en la práctica de los deportes al aire libre.
Hay diferentes razones que nos llevan a dejar el tabaco y el alcohol. ¿cuántas veces nos ausentamos de nuestro puesto de trabajo para fumar un pitillo que nos ayude a reducir la tensión? Esta manera de evadirnos tiene que ver con que nuestro estilo de vida es más acelerado que el de antes, padecemos enfermedades psicológicas como la ansiedad y el estrés.
El estudio que realizó ING Christmas and New Year 2015, apunta que el 77% de los propósitos de los españoles ─al igual que en otros países europeos─ están relacionados con temas financieros.
El 43% de los españoles se ha planteado mejorar su economía, ahorrando y controlando los gastos (25%) y reduciendo las deudas (22%).
En cuanto a estas resoluciones económicas, hay que tener en cuenta que la crisis financiera internacional, nos ha dejado muchas secuelas de las que aún no nos hemos recuperado; algunas personas han perdido sus hipotecas y sus trabajos.
Es lógico, que a nivel internacional, nos planteemos ahorrar y en los países en que los salarios no cubren las necesidades más básicas deseemos ganar más dinero.
Otras personas, como consecuencia de esta crisis han tenido que volver a vivir con sus progenitores. Igualmente, en las sociedades occidentales siguen aumentando las tasas de divorcio. ¡Vivimos en diferentes países pero compartimos problemas comunes!
Por ello, el 21% de los españoles quiere pasar más tiempo con su familia y con sus amigos, ¡si les es posible conciliar la vida personal y laboral!
El 19% desea formarse y estudiar, se ha podido constatar que el nivel de estudios es determinante para conseguir empleos cualificados.
El 14% se propone conocer gente nueva y ampliar su círculo de amistades. Hay muchos separados y divorciados que quieren rehacer su vida con otra pareja o simplemente disfrutar del ocio con nuevas personas.
En cuanto a la obtención de bienes materiales el 14% pretende comprar o cambiar de coche.
Asimismo, España se ha ido abriendo al exterior. Por ello, el 38% de los españoles tiene como propósito principal viajar en el 2016.
Sin embargo, este propósito lo pueden llevar a cabo solo las personas que tienen una situación económica estable y está acentuada entre los solteros sin cargas familiares. Si eres casado y tienes familia, aunque quieras viajar tendrás que sopesar otras prioridades.
En los países más desarrollados en los que se ha alcanzado un alto nivel de bienestar general, las personas se plantean disfrutar más de la vida y ser más felices.
En algunos países latinoamericanos y africanos, los planteamientos están relacionados con la supervivencia. Por ejemplo, en Honduras y Venezuela, la gente se propone escapar de la violencia, los atracos o irse a vivir al extranjero.
Los españoles tienden a percibirse peor que el resto de sus vecinos europeos. Sin embargo, la encuesta de ING afirma que durante el 2015, el 57% de los españoles cumplieron sus propósitos por encima de la media europea que fue de un 54%, siendo los holandeses (77%) los que más cumplieron sus promesas.
Plantearse propósitos para el nuevo año es fundamental. Algunos autores insisten en que seamos realistas a la hora de hacer nuestro listado personal.
A veces se nos olvida que el entorno en el que vivimos nos puede limitar. Y esto hace que, en muchas ocasiones, nos culpemos injustamente por no cumplir lo que nos proponemos.
Con independencia del ritual que hayamos elegido para despedir el año y formular nuestros propósitos hay que recordar que:
– las características singulares de los individuos
– el bienestar económico y las tasas de empleo
– la estabilidad política
– los sistemas de protección social
– y nuestra ubicación geográfica…
…son variables fundamentales para que nuestros propósitos se conviertan en una realidad.
El secreto del éxito en el cumplimiento de nuestros planes consiste en escoger aquellos que dependen exclusivamente de nosotros, de nuestra voluntad, capacidad de planificación, acción y sacrificio personal. Y abandonar aquellos que no están a nuestro alcance. De esta manera, focalizamos nuestra energía en los objetivos que si podemos conseguir.
¡Buena suerte con tus propósitos en el 2016!
Mercedes Valladares Pineda
Psicóloga Experta en Coaching Transcultural
ACERCA DE LA AUTORA
MERCEDES VALLADARES PINEDA, trabaja en Madrid de forma presencial. Y, a través de plataformas on line, a nivel internacional. Facilita procesos de coaching personal, de negocios y formación a medida a empresas y «one to one» a individuos. Utiliza la psicología y la cultura como dos herramientas que se retroalimentan mutuamente. Por ello, actúa como facilitadora de integración a las personas que quieren adaptarse a otra cultura en tiempo récord para sacar el mejor rendimiento económico y personal durante su estancia en otra cultura. Asimismo, ayuda a parejas mixtas a superar barreras culturales que producen malos entendidos. Ha creado su propio modelo de trabajo inspirado en la Psicología Humanista y el respeto a los Derechos Humanos. Trabaja con expatriados, cooperantes internacionales, ONG, escuelas de negocios y universidades, diplomáticos, cónyuges de diplomáticos y familias de expatriados que necesitan orientación en una nueva cultura.