Una persona me comentó que los motivos por los que no hacía un proceso de coaching eran dos miedos: 1) responder a las preguntas que yo le pudiera hacer, y 2) miedo de plantearse situaciones y posibilidades que no se atreve a realizar.
Mi respuesta fue una felicitación de corazón por tener la valentía de reconocer los motivos que la alejaban de un proceso de coaching. Esta persona ha avanzado de forma considerable porque no se está auto engañando. Hay otras personas que ni siquiera son conscientes de ello.
Comparto contigo mi respuesta:
- Las preguntas que se hacen en un proceso de coaching sirven para aumentar tu conciencia, para que cambies de perspectiva y para que veas otras posibilidades que no habías contemplado. En ningún caso una psicóloga coach hace preguntas orientadas a conocer tu vida íntima o hechos que vulneren tu intimidad.
- En un proceso de coaching eres tú la persona que elige nuevas situaciones y eres tú la persona que se pone un plan de acción para avanzar hacia tu objetivo.
- En un proceso de coaching tú vas ensayando los comportamientos que te funcionan y descartas los que no te funcionan.
- En un proceso de coaching trabajas paso a paso y a tú ritmo. Eso te hace perder los miedos de forma paulatina.
- Una vez que empiezas a progresar y a superar pequeños obstáculos ya no quieres parar porque lo único que deseas es convertir tus sueños en realidad.
Espero que estos cinco puntos te hayan servido para animarte a vivir esta experiencia.