En el presente artículo quiero proporcionarte algunas estrategias que te ayuden a tomar conciencia acerca de la importancia que tiene el autoconocimiento para entender mejor a personas de otras culturas.
Algunos empresarios afirman que no tienen tiempo para cuestionamientos sobre quiénes son, cómo han adquirido sus patrones de pensamiento y la forma en cómo reaccionan ante diferentes situaciones. Esto se debe a que las actividades del día a día a veces nos automatizan y nos impiden tomarnos un espacio para reflexionar sobre nosotros mismos.
En mi artículo: La mirada psicológica: imprescindible en las relaciones transculturales decía que para obtener éxito en las negociaciones internacionales los directivos de las empresas globales deben tener un amplio conocimiento sobre ellos mismos y sobre su propia cultura.
Para entender cómo somos debemos plantearnos algunas preguntas:
¿Qué influencia ha tenido la cultura de mi país en mi forma de pensar y de comportarme?
¿Qué relación hay entre mi país y mi propia identidad?
¿De qué manera me he dejado influenciar por mi familia?
¿Cómo ha repercutido en mí la situación económica de mi país y la de mi entorno familiar?
¿Alguna vez he cuestionado el tipo de educación que recibí?
¿Qué papel han desempeñado en mí las personas con las que me he relacionado?
¿Qué pienso de la religión que me enseñaron?
Es innegable que la cultura y la combinación de todos estos elementos determinan nuestro mapa mental.
Algunas personas pertenecen a la misma afiliación política y a la religión de sus padres, sin atender a otras alternativas o al menos entender otro tipo de creencias.
Me comentaba una ejecutiva criada en un pueblo muy religioso que un matrimonio de extranjeros había optado por no enseñarles ninguna religión a sus hijos. Su objetivo era darles libertad para que ellos eligieran su culto religioso. Esta postura escandalizó a una sociedad donde el catolicismo era la religión predominante.
Una vez que entendemos cómo somos y de dónde venimos, debemos tener claro cómo es nuestra orientación cultural.
¿Sabrías contestar cómo es tu cultura con respecto a las siguientes cinco preguntas?
1. ¿En tu cultura se valoran los riesgos y la incertidumbre o se busca la estabilidad?
2. ¿Perteneces a una cultura que valora la distancia entre el jefe y los subordinados o por el contrario, formas parte de una cultura que valora la igualdad?
3.¿Tu cultura está orientada a la consecución de logros, la competitividad, el éxito profesional y material o perteneces a una cultura que pone énfasis en la colaboración y la búsqueda de consensos para obtener el bienestar de la sociedad?
4. ¿En tu cultura se valora lo que está sucediendo en el momento actual o perteneces a una en la que se aprecia la planificación de los acontecimientos futuros?
5. ¿Formas parte de una cultura que respeta el trabajo en grupo o en una que se prioriza el trabajo individual?
Ejemplos de desencuentros transculturales
Caso I. Un empresario centroamericano que creció fuera de su país en una cultura en la que se defiende la igualdad, dirigió una empresa en su país de origen. El comportamiento cercano con sus subordinados generó malas interpretaciones.
Debido a que en los países centroamericanos se valora la distancia de poder entre el jefe y sus empleados, la cercanía en el trato del empresario con sus subordinados ocasionó una pérdida de autoridad que afectaba notoriamente el rendimiento en el trabajo de los empleados.
Caso II. Un ejecutivo español que había renunciado a su trabajo en una multinacional estaba ansioso frente a la incertidumbre de su futuro. En España, es fundamental la estabilidad y la seguridad y por ello, es lógico entender que este ejecutivo estuviese en crisis. En cambio, en otros países como Estados Unidos los riesgos son mejor tolerados y gracias a su actitud, los estadounidenses buscan soluciones con más rapidez.
Caso III. Una abogada portuguesa se marchó a trabajar a una empresa en Londres. En su país invertía algún tiempo dentro de su jornada laboral a conocer la situación personal de sus compañeros de trabajo. En su nueva ciudad, se sentía incómoda porque quería trabajar con personas, en lugar de “máquinas”. Esta situación es comprensible, dado que en Portugal hay una tendencia a centrarse en las personas y menos en los objetivos como ocurre en el Reino Unido.
Caso IV. Un africano que vive en Madrid comentaba que en la capital española la gente va a su aire y que no hay comunicación. Entendemos su punto de vista si somos conscientes de que en muchos países africanos las personas estiman el trabajo en grupo.
¿Qué estrategias podemos utilizar para entender a otras culturas desde un entorno local?
Se ha comprobado que percibimos el mundo a través de filtros que nos hacen suponer que nuestras apreciaciones son correctas.
Cuando nos relacionamos con personas de otras culturas creemos que nuestras opiniones son acertadas y que las otras están erradas. Las explicaciones que damos a ciertos comportamientos contribuyen a que tengamos escrúpulos, opiniones fragmentadas y estereotipos.
Aún dentro de tu propio país tienes la posibilidad de adquirir nuevas representaciones mentales para vislumbrar la postura de otras culturas. A continuación menciono algunas estrategias que se pueden llevar a cabo en cualquier lugar:
1. Profundizar en la historia de nuestro país desde otro enfoque. Por lo general, solo advertimos un lado de la historia y nos cerramos por completo a escuchar otras versiones sobre los acontecimientos del pasado.
Recuerdo que tuve un cliente de origen africano que había presenciado el asesinato de sus padres perpetrado por un grupo de musulmanes que exterminaban a los dirigentes católicos. Mi cliente no concebía que las personas asesinaran en nombre de una religión.
Este hombre había desarrollado una aversión generalizada hacia el mundo árabe. Le pedí que buscara información detallada sobre los crímenes que había cometido la Iglesia Católica a lo largo de la historia. Cuando nos volvimos a ver, su opinión sobre los árabes musulmanes había cambiado considerablemente.
2. Leer las crónicas en periódicos con diferente orientación política. Cuando enfocas los acontecimientos solo desde una perspectiva omites una gran cantidad de información que te puede ser útil al momento de negociar acuerdos.
3. Aprovechar la heterogeneidad de las sociedades actuales. Relaciónate con personas que tienen una forma de razonar diferente a la tuya. Si quieres incrementar tus competencias sobre otras culturas puedes interesarte en los extranjeros que trabajan dentro de tu propia empresa. Pregúntales su punto de vista sobre determinadas particularidades y trata de ponerte en su lugar para deducir por qué piensan de una manera específica. ¿Qué puedes aprender de ellos para mejorar la productividad de tu empresa? Se ha constatado que los equipos de trabajo heterogéneos contribuyen a encontrar soluciones más creativas.
4. Visitar lugares distintos. Puedes pretender que eres un explorador en tu propia ciudad. Los seres humanos somos animales de costumbre y tendemos a la sedentarización, ¿por qué no salirnos de nuestra zona de confort? Hace un tiempo leí un artículo relacionado con los hábitos de compra de las personas en el supermercado. Concluía que comprábamos un máximo de 16 productos y que estos siempre eran los mismos.
Un día me sorprendió conocer la vida de un funcionario que durante 25 años iba de su casa al trabajo andando y que desarrollaba su vida en un área muy restringida de Madrid. ¿Te imaginas cuántas cosas se estaba perdiendo?
5. Leer libros y mirar películas sobre otras culturas. Lee libros y mira películas de calidad que se hayan basado en procedimientos rigurosos para documentar adecuadamente el estilo de vida de otras culturas.
6. Aprender un nuevo idioma. Cuando practicas un idioma absorbes la cultura de otro país, aprendes sus hábitos, costumbres y adquieres construcciones mentales distintas ya que en cada idioma las frases se elaboran con una estructura determinada.
Nos distinguimos de los animales por nuestra capacidad de transformación a través de las relaciones con otras personas. Por ello, para aumentar la comprensión y el conocimiento de otras culturas es necesario cuestionarnos constantemente nuestro origen, la historia de nuestro país y la manera en cómo reaccionamos a esa historia, nuestras creencias, prejuicios, percepciones y estereotipos.
Gracias a la movilidad internacional que se ha producido en los últimos años aunque residimos en un entorno local nuestras interacciones son globales.
¡Las empresas que crearemos en el futuro dependerán de lo que hagamos ahora!
Mercedes Valladares Pineda
Psicóloga Experta en Coaching Transcultural
ACERCA DE LA AUTORA
MERCEDES VALLADARES PINEDA, trabaja en Madrid de forma presencial. Y, a través de plataformas on line, a nivel internacional. Facilita procesos de coaching personal, de negocios y formación a medida a empresas y «one to one» a individuos. Utiliza la psicología y la cultura como dos herramientas que se retroalimentan mutuamente. Por ello, actúa como facilitadora de integración a las personas que quieren adaptarse a otra cultura en tiempo récord para sacar el mejor rendimiento económico y personal durante su estancia en otra cultura. Asimismo, ayuda a parejas mixtas a superar barreras culturales que producen malos entendidos. Ha creado su propio modelo de trabajo inspirado en la Psicología Humanista y el respeto a los Derechos Humanos. Trabaja con expatriados, cooperantes internacionales, ONG, escuelas de negocios y universidades, diplomáticos, cónyuges de diplomáticos y familias de expatriados que necesitan orientación en una nueva cultura.