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¿Esclavo de tus palabras o dueño de tus silencios?

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¿En tu país se habla de la vida privada en el trabajo?

M.R venezolana de 28 años, de ascendencia italiana y trabajadora junior en una empresa informática en Madrid, −en una sesión de coaching−, se planteó la siguiente pregunta: ¿cómo puedo evadir con asertividad las preguntas sobre mi vida privada en el trabajo?
Para responder a este interrogante, es muy importante definir ¿qué se entiende por “vida privada”?. En un primer nivel, esta puede estar relacionada con acontecimientos familiares de cierta importancia: bodas, bautizos, primeras comuniones, descendencia y/o estado civil de los compañeros de trabajo.

Hacer preguntas sobre temas familiares, se tolera habitualmente porque indica interés y preocupación por la situación de un compañero, un jefe o un subordinado. En ningún caso, se traspasan las barreras de la vida íntima de una persona ya que hablamos de eventos que de alguna manera son públicos.

En un segundo nivel, profundizamos en los aspectos más íntimos y conversamos sobre el sitio elegido para las vacaciones, cuánto se cobra o a qué se dedica el tiempo libre. Una pregunta mecánica de los lunes es: ¿qué tal tu finde? Si escalamos un peldaño más en los niveles de confianza, se llegan a relatar los estados de embriaguez y los ligues acumulados.

Y en un tercer nivel, se llega hablar de temas mucho más personales, como por ejemplo, detalles íntimos sobre la relación con tu pareja, problemas familiares importantes con tus padres, con tus hijos o sobre conflictos personales.

La siguiente pregunta de mi clienta fue:

¿Por qué en España se mezcla la vida personal con la vida laboral?

Analicemos los factores que pueden tener influencia para que las personas hablen de su vida privada en el trabajo:

Cultura del país en el que estás trabajando. En España y la mayoría de los países latinoamericanos las personas están orientadas más a las relaciones interpersonales que a los objetivos profesionales. Me decía una colega psicóloga que en España se percibiría como “distante” a una persona que sin dar explicaciones va a tomar café en solitario. Para profundizar en temas personales tiene que existir un marco de confianza que permita explayarse sobre temas ajenos a la vida laboral. Hay un criterio natural de selección que te permite hablar de tu vida privada con algunos compañeros y sin embargo no serías capaz de hacerlo con otros. Nada comparado con Japón donde la gente no habla de cosas personales en el trabajo.

  • Tipo de empresa. ¿Qué te importa más una persona o un trabajador? En el ámbito de la acción social y la ayuda humanitaria, se potencia la empatía entre las personas. Si tienes un problema, los compañeros tienden a escucharte y a ayudarte a encontrar soluciones. Además, aunque no con todos los compañeros, ni en todas las situaciones, se habla de sentimientos y de temas personales que van más allá del trabajo. En el mundo de la empresa privada y las multinacionales en las que hay mucha competencia, la gente evita hablar de su vida personal para prevenir que esta información pueda perjudicar su carrera profesional.
  • Tamaño de la empresa. Si es una empresa pequeña, los empleados son pocos y llevan mucho tiempo juntos, se suele hablar de cosas personales. En cambio, en una empresa grande las relaciones tienden a ser más impersonales.
  • Puesto de trabajo. En los países en los que la distancia de poder es muy alta y en los que las clases sociales están muy marcadas, un jefe no se presta a hablar de temas personales con sus subordinados. No obstante, es probable que una persona que ocupe un puesto de menor responsabilidad hable de su vida privada. Asimismo, los empleados con menor categoría profesional no expresan que están cansados o estresados y no pronuncian frases como: “por fin es viernes”, “que pereza”, o “la semana se me ha hecho eterna”.
  • Características personales. Cada persona pone sus límites. Algunas no permiten ni siquiera que se les pregunte por su estado civil, su edad o el barrio en el que viven. Otras aceptan participar en conversaciones fuera del trabajo porque en estas surgen iniciativas laborales y corren el riesgo de ser marginados si no están presentes en las mismas. Algunos trabajadores carecen de una red familiar y de relaciones personales fuera de la oficina. Por ello, vuelcan toda su energía en el trabajo. Asimismo, no podemos ignorar que somos seres humanos y que necesitamos interactuar y establecer relaciones significativas con personas que comparten intereses o situaciones comunes con nosotros. En todos los casos citados, hablar de la vida privada depende en gran parte de la confianza que se tomen otras personas y de la que tú concedas para responder.

Al final de la sesión de coaching mi clienta llegó a las siguientes conclusiones: 1) la idiosincrasia de la empresa, la cultura del país en el que trabajas y tu propia cultura, influyen en tu decisión de compartir temas personales; 2) conocer la vida privada de tus compañeros te condiciona y puede contribuir a potenciar situaciones de desigualdad en la distribución de salarios, asignación de tareas y en las evaluaciones de desempeño; 3) la ruptura de una relación de amistad entre los trabajadores puede repercutir negativamente en el ambiente laboral; 4) no se trata de mantener relaciones exclusivamente profesionales sino de buscar un equilibrio entre la vida privada y la profesional; 5) hablar de tu vida personal en el trabajo depende de muchos factores y uno de los más importantes está relacionado con tu personalidad y; 6) proteger tu vida íntima es una elección personal que no debería influir en tu desempeño laboral.

Mercedes Valladares Pineda
Psicóloga y coach transcultural