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La apertura cultural: una clave necesaria para realizar negocios en el extranjero.

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Para adaptarse y comprender otras culturas es muy importante estar abiertos al aprendizaje. En este artículo voy a profundizar en el significado de la apertura debido a que es una habilidad necesaria para realizar negocios en el extranjero.

La apertura cultural es por un lado, la disposición que tiene una persona para experimentar prácticas culturales diferentes a las que hace de forma habitual. Y por el otro, es la habilidad para encontrar nuevas formas de expresión, cuando las que ha utilizado con anterioridad no funcionan en un nuevo entorno.

En el mundo globalizado en el que vivimos, cuando implementamos nuevas empresas en el extranjero, aparte de tener un currículum vitae que acredite nuestra experiencia y formación profesional, es necesario revestirse de otras habilidades como la apertura cultural.

Una manera de predecir el éxito de un empresario en un entorno diferente al suyo, es midiendo su capacidad de apertura a otras culturas. Cuanto más abierto sea, mayores posibilidades tendrá de realizar negociaciones provechosas.

El polo opuesto de la apertura, es no asumir ningún riesgo y actuar de forma convencional o conservadora. En otras palabras, es permanecer dentro de nuestra “zona de confort”.

Como ejemplo de lo expuesto, hace poco tuve la oportunidad de recibir en Madrid a una empresaria latinoamericana. A lo largo de su vida, ha viajado a diferentes países y en su entorno habitual se mueve con soltura y determinación.

Sin embargo, durante su estancia en España, se sintió vulnerable ante algunos comportamientos de los españoles, como por ejemplo, -las expresiones de cariño en público por parte de los jóvenes- lo que la llevó a considerar su percepción cultural como absoluta y verdadera.

En psicología, la apertura mental es una de las dimensiones más importantes en el funcionamiento de la personalidad. Algunos psicólogos, como los creadores de la prueba de personalidad, “Los cinco grandes”, (“The Big Five”, 1993) han podido constatar que las personas abiertas:

1) Tienen mayores posibilidades para superar los problemas y son más tolerantes a la frustración.
2) Ponen en marcha su imaginación y creatividad para encontrar soluciones novedosas a situaciones complejas, y
3) Utilizan sus vivencias internas como motor de retroalimentación en el aprendizaje de nuevos comportamientos.

La motivación que tenemos cuando viajamos al extranjero, determina en gran parte nuestro comportamiento. Si un empresario viaja solo con la idea exclusiva de hacer un negocio puede frustrar sus posibilidades personales y profesionales.

En un viajé que realicé a Perú con unos empresarios y una ministra española pude observar que, los primeros no se separaron en ningún momento y tampoco interactuaron con las personas autóctonas, excepto con sus socios y el personal de hostelería y restauración de la ciudad de Lima. Por su parte, la ministra decidió marcar distancia, viajó en otro vuelo y se alojó en un hotel distinto al de sus compatriotas.

Si la ministra no se hubiera limitado a hacer presencia en los actos protocolarios a los que fue invitada y se hubiera relacionado con las autoridades peruanas, probablemente hubieran surgido sinergias profesionales beneficiosas para España. Por su parte, si los empresarios españoles se hubiesen relacionado con los autóctonos, es posible que hubiesen aprendido nuevas claves culturales de enorme provecho para posteriores viajes de esa naturaleza.

Antes de viajar a otro país a vender “nuestras ideas comerciales”, debemos estar abiertos para asimilar los valores, las creencias y los comportamientos de la cultura con la que vamos a interactuar. Cuando nos abrimos a la cultura del otro, obtenemos información valiosa que nos ayuda a decidir cuál es el camino más adecuado para proponer un negocio.

Hace algunos años, se afirmaba como patrón de conducta de todo español que, cuando viajaba al extranjero, quería comer a toda costa jamón serrano y tortilla de patatas. En la actualidad, esa imagen estereotipada ha desaparecido gracias a que las nuevas generaciones han comenzado a viajar desde muy jóvenes, lo que les ha permitido desarrollar juicios independientes y apreciar la variedad, distinguiendo lo positivo y lo negativo de cada país.

Detrás del éxito de un empresario en el extranjero hay un enorme trabajo de desarrollo personal. Para obtener resultados favorables, es necesario “salir de la caja”, vivir nuevas experiencias y adquirir distintos conocimientos. De lo contrario, corremos el riesgo de perpetuar nuestros prejuicios y de analizar la realidad solo desde nuestra perspectiva cultural.

Mercedes Valladares Pineda

Psicóloga experta en coaching transcultural

ACERCA DE LA AUTORA

MERCEDES VALLADARES PINEDA, trabaja en Madrid de forma presencial. Y, a través de plataformas on line, a nivel internacional. Facilita procesos de coaching personal, de negocios y formación a medida a empresas y «one to one» a individuos. Utiliza la psicología y la cultura como dos herramientas que se retroalimentan mutuamente. Por ello, actúa como facilitadora de integración a las personas que quieren adaptarse a otra cultura en tiempo récord para sacar el mejor rendimiento económico y personal durante su estancia en otra cultura. Asimismo, ayuda a parejas mixtas a superar barreras culturales que producen malos entendidos. Ha creado su propio modelo de trabajo inspirado en la Psicología Humanista y el respeto a los Derechos Humanos. Trabaja con expatriados, cooperantes internacionales, ONG, escuelas de negocios y universidades, diplomáticos, cónyuges de diplomáticos y familias de expatriados que necesitan orientación en una nueva cultura.