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Los virus en los departamentos de selección de personal

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Hace un par de semanas hablé acerca de la importancia de mantener a raya nuestros sesgos inconscientes por lo que  influyen a la hora de tomar decisiones cruciales. Los sesgos inconscientes son estereotipos adquiridos progresivamente que funcionan como virus  letales que se reproducen y se transmiten por contagio en ambientes ocultamente contaminados.

En este artículo, vamos a explicar los distintos tipos de sesgos/virus que contaminan los procesos de selección de personal:

1)      El virus de la endogamia. No tires de amigos y conocidos para colocar personal en puestos de confianza: En España estamos muy orientados a las relaciones personales. El Diario Expansión en el artículo: “Quien tiene un amigo, tiene un empleo”, menciona la existencia de un mercado de trabajo oculto que yo defino como: “la búsqueda silenciosa de candidatos para ocupar puestos de confianza”. En otras palabras, muchas de las ofertas no se publican.  Si el personal de tu empresa es producto de las recomendaciones de tus amigos, es posible que tengas trabajadores en los que confíes pero poco productivos e insatisfechos.

2)      El virus del favoritismo. Utiliza un lenguaje neutro en tus ofertas de empleo. El médico Mario Alonso Puig afirma que: “El lenguaje no solo describe la realidad, sino que es capaz de crearla”. Rebbeca Night -periodista del New York Times- afirma que algunas ofertas utilizan un lenguaje que puede estar orientado a hombres o mujeres. Esto se debe a que todavía pensamos que un hombre debe ser competitivo y que una mujer debe ser colaboradora. Si lees en una oferta de empleo que se necesita a una persona competitiva, ¿en qué y en quién piensas?

3)      El virus del forasterismo discriminatorio. Filtra los nombres de los candidatos y los centros de estudio y universidades . Si recibimos el curriculum de una forastera como María Ivánovich graduada de la Universidad de San Petersburgo, en cuestión de  segundos en tu mente se disparan algunos sesgos de género, raza, cultura, y nacionalidad que pueden condicionar tus decisiones. Lo ideal es tener un programa informático que filtre este tipo de datos.

4)      El virus de los listones comparativos. Céntrate en las competencias que requiere el puesto de trabajo. Un error común de los técnicos de selección es comparar los currículums de varios candidatos. Lo más asertivo es comparar el currículo del candidato con las competencias que se requieren en el puesto de trabajo.

5)      El virus del subjetivismo. Estructura tus entrevistas de trabajo y diseña una entrevista con las mismas preguntas para todos los candidatos que incluya un sistema de puntuación objetivo. Si realizas entrevistas espontáneas y desestructuradas, tus valoraciones serán subjetivas y por supuesto, llenas de sesgos de todo tipo.

6)      El virus del aparentismo. Establece un sistema de puntuación basado en la apariencia.  Piensa en los candidatos que te han parecido más atractivos y menos atractivos desde una perspectiva física. Y, cuando tengas la respuesta sopesa su apariencia con sus competencias profesionales.

En el año 2017 en la conferencia anual de la Sociedad de la Personalidad y la Psicología Social (SPSP), que se realizó en Austin Texas, se presentaron varios estudios que apuntan que la apariencia puede ser más poderosa de lo que se piensa ya sea a favor o en contra de una persona. Recientemente, escuché esta frase: “Se me da bien hacerme la rubia”, una nueva forma de decir que todas las rubias son tontas.

7)      El virus de la inconsciencia. Imparte a tu personal programas de sesgos inconscientes. Cuando somos conscientes de que tenemos que cambiar nuestros comportamientos, al menos, iniciamos una serie de acciones que pueden ser o no, efectivas. Pero, ¿cómo podemos cambiar algo que nos afecta si no somos conscientes de ello?

El primer paso, es que los departamentos de Recursos Humanos incluyan en su agenda un espacio para comprender el efecto contraproducente que tienen los sesgos inconscientes, no solo en los procesos de selección, sino también en todas las políticas del departamento, que incluyen la promoción de los empleados.

RECUERDA QUE: “Las ideas, los productos, los mensajes y las conductas se extienden entre nosotros igual que los virus».

Malcolm Gladwell «La clave del éxito» (2000),

 

Mercedes Valladares Pineda

Psicóloga Experta en Coaching TransCultural