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Sol y edad

Jugar con las palabras es divertido. Por esta razón, he titulado este post: sol y edad. Pero, de lo que te voy a hablar es de las personas que viven solas y que han pasado la pandemia ocasionada por el COVID -19 en soledad.

Algunas personas viven la soledad como una desgracia, y otras personas viven la soledad como una bendición. En las culturas individualistas, la soledad se respeta. En las culturas colectivistas, la soledad se rechaza. Incluso, algunas personas tienen miedo a no encontrar pareja y a permanecer en estado de soltería hasta el momento de su muerte.

Tengo una pariente muy cercana que después de la treintena decidió contraer matrimonio con una persona alcohólica. Su vida ha estado llena de altibajos y, sin embargo, no se ha divorciado. Cuando le pregunto porqué no lo ha hecho me contesta: “no hay cosa más terrible que la soledad”. ¿Te has preguntado alguna vez porque la palabra “Soledad” es un nombre de mujer y no de hombre?

La soledad es una percepción subjetiva -positiva o negativa -dependiendo de la influencia cultural que tengamos-, de factores económicos, estado de salud y rasgos de personalidad.

Hay muchas personas que están encantadas con el teletrabajo porque no tienen que invertir tiempo en transporte, pero tampoco tienen que relacionarse con sus compañeros. Y, no es porque las relaciones son tirantes, es porque hay personas que prefieren vivir y estar solas.

En mis cafés virtuales, más de una persona ha expresado su sentimiento de tristeza por volver al trabajo. Dejemos de etiquetar y llamar “rarillas o rarillos” a las personas que prefieren vivir solas; si son funcionales y no hacen daño a nadie, y encima, colaboran con la sociedad realizando algún tipo de trabajo, respetémoslas.

Por otro lado, una persona sola con medios económicos y con salud, no percibe la soledad de la misma manera que una persona con una salud quebrantada y pocos medios económicos.

Si tienes dinero, puedes vivir en un piso iluminado, con una pantalla plana del tamaño de la de una sala de cine, y tener la nevera llena de exquisitos manjares.

Si no tienes dinero, la soledad puede volverse una carga en determinadas condiciones.  ¿Vives en un piso con poca luz, y con la nevera llena de productos básicos para tu subsistencia?

Si eres joven y te autogestionas, puedes percibir la soledad como un rasgo de independencia. Pero, si eres mayor, y no tienes medios económicos, la soledad se percibe como una desgracia.

Hablar de la soledad no es fácil porque este estado tiene muchos matices.

Si eres una persona que vive sola y no te sientes a gusto con tu situación, te dejo una serie de sugerencias:

Si no estás en situación de confinamiento (España):

  1. Busca ayuda profesional: si tienes dificultades para relacionarte con las demás personas (timidez).
  • Mala situación económica: si por falta de dinero no puedes realizar actividades que te aportan compañía, como por ejemplo, apuntarte a un gimnasio, no te rindas, busca la manera de encontrar los medios para conseguir lo que quieres.
  • Rechaza las actividades que refuerzan tu estado actual: deja de hacer cosas de manera solitaria, proponte una pequeña acción diaria que te haga practicar las relaciones, sonríe, mientras te tomas un café en un sitio público.
  • Haz cosas que mejoren tu salud física: por ejemplo: deporte. La actividad física sube tu cantidad de endorfinas que es una sustancia química que se libera en el cerebro, potencia un estado de ánimo positivo, y te anima a hacer actividades diferentes.

Si estás en una situación de confinamiento (algunos países latinoamericanos):

  1. Mantén tu entorno ordenado: se lleva mejor la soledad, viviendo en un entorno limpio y ordenado, que en uno desorganizado. Como tienes tu casa, tienes tu cabeza. Una casa en desorden es igual a pensamientos desorganizados.
  • Comunícate a través de video – llamadas: ver el rostro y los gestos de otras personas, te da una sensación de compañía y, por lo tanto, de alegría. Las emociones, son contagiosas.
  • Sigue las noticias una vez al día: escoge el momento del día en que tu estado de ánimo sea óptimo para ver las noticias. Tu interpretación de la realidad será más objetiva cuando te sientes mejor que cuando te sientes desanimado. No veas las noticias por la noche para dormir mejor.
  • Gestiona tus pensamientos: cuando te pilles pensando de forma negativa, encuentra otros pensamientos que contrasten esta información. Por ejemplo: “Nadie me quiere, vivo solo”, por otro más positivo: “Si yo me quiero, los demás me empezarán a valorar”.
  • Gestiona tus amistades: si tú eres una persona que está enfocada en lo negativo, alejarás a tus amistades. ¿Qué sientes cuando hablas con una persona negativa? Aléjate de las personas que te hacen sentir peor y acércate a las que te dan una dosis de esperanza.
  • Vive una vida con propósito: ¿sabes para qué has venido a este mundo? Hay personas que ni siquiera se lo han planteado. ¡Nunca es tarde! Si tu vida, tiene un propósito y un sentido, es más probable que superes los obstáculos, de forma más amable.

Las sugerencias que te he dado no son fáciles de implementar, requieren de tu firme convicción para cambiar de vida.

¿Te animas a dar el salto y a tomar acción ahora mismo?

Y, ¿por qué no tomas un poco de sol con independencia de tu edad?

Mercedes Valladares Pineda

Psicóloga Experta en Coaching TransCultural

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