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Tacos españoles en bocas extranjeras

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En mi artículo “Tacos españoles” comentaba el impacto que produce en los extranjeros el uso tan extendido de las palabrotas en toda España y en casi todos los contextos de la sociedad.

En el momento en que se aprende un nuevo idioma, al menos en el ámbito de los estudiantes que vienen de fuera, lo que más hace gracia es conocer los insultos y las malas palabras del país de acogida. Es natural que al ser humano, le llamen la atención las cosas que se consideran “tabús” o que están “prohibidas” en determinadas sociedades.

En otros entornos, por ejemplo en el ámbito profesional, muchas veces se ignora el significado de estas palabras y en algunos casos, estos se descubren porque vienen acompañados con sonidos estridentes o con gestos despectivos y groseros.

A veces los extranjeros se convierten en víctimas propicias de los propios nativos cuando por desconocimiento, mencionan una palabrota y provocan las risas hilarantes sin saber muy bien a qué viene tanto jolgorio.

Una vez que se supera la fase de perplejidad o sorpresa frente a la caracterización de estas palabras, el forastero se contagia de inmediato y comienza a incorporarlas en su fondo de vocabulario de forma natural, ya sea por ósmosis o por simple imitación.

Al contrario que en otros países como en Estados Unidos, donde emiten un agudo pitido cuando un personaje público dice una palabrota o como en México, donde se censuran los tacos que se pronuncian en telenovelas, en España las series de televisión y las películas son los principales difusores de las palabras malsonantes, generando un caldo de cultivo en el uso de los tacos que no resulta indiferente para un espectador susceptible de ser contagiado.

Me comentaba una chica extranjera -cuya lengua materna es el castellano- que hasta que no vino a vivir a España, no entendió aspectos esenciales de la trama de determinadas películas y series de televisión que en su país habían sido objeto de una leve censura fonética.

Si eres extranjero ¿cómo crees qué te perciben los españoles cuando dices tacos?

Para dar respuesta a esta pregunta, hay que considerar varios factores.

Es importante saber cual es tu lengua materna. Si tu lengua materna es francesa, inglesa o italiana, o cualquier otra distinta al español, los tacos utilizados dentro del lenguaje cotidiano y que no tienen como objetivo insultar a alguien, pueden percibirse como graciosos.

Si tu lengua materna es el castellano y procedes de algún país latinoamericano, se pueden escuchar bien, de forma “simpática” o “extraña” debido a que por lo general, el acento de los latinoamericanos se percibe como dulce o más suave y por ello, no suena de igual manera ya que pierde fuerza y contundencia.

No es lo mismo que una latinoamericana diga “gilipollas” a que lo haga una española.

Manera en que utilizas los tacos. Este es un factor fundamental a la hora de decir tacos. Si repites como un “loro” una palabra que escuchas con frecuencia, como por ejemplo, “joder” que es muy utilizada en España, puede producir un efecto contraproducente porque da una sensación de “artificialidad”.

Algunos extranjeros recién llegados, no distinguen la intención que hay detrás de las palabrotas y en lugar de agradar, pueden ocasionar rechazo porque pueden ser interpretados como una burla o dar la sensación de dejarte en ridículo. De la misma forma que a los argentinos no les gusta que imiten su acento, a los españoles tampoco les gusta que imiten su vocabulario blasfemo si no va acompañado con la más exacta tonalidad.

Tiempo de estancia en España. Si llevas mucho tiempo en España es probable que utilices de forma adecuada las palabrotas y que no lo hagas por simple repetición. Un extranjero cuya lengua materna no es el castellano y que está integrado en la sociedad española aprende a utilizarlas en el momento preciso.

En este caso, se entiende que el extranjero que se expresa con tacos, se desenvuelve en un entorno español y ha asimilado la cultura. Asimismo, un latinoamericano con un largo recorrido en España, puede llegar a dominar el uso de los tacos y decirlos en el contexto adecuado.

Los modismos y los giros en Latinoamérica, son distintos a los españoles y aunque un latinoamericano lleve muchos años en España, en su manera de expresarse siempre va a coexistir una mezcla entre frases de su país de origen y las españolas que aprende aquí.

Si te vas a vivir a un país cuando eres adulto, es difícil que te olvides de tu manera de expresarte aunque no tengas contacto con personas de tu misma nacionalidad. A los latinoamericanos les hace gracia escuchar a los españoles insultando en mexicano o en argentino.

¿Piensas que un extranjero debe decir tacos españoles?

Desde mi perspectiva es algo inevitable. Si resides en un país extranjero durante mucho tiempo, termina convirtiéndose en tu país y te adaptas a sus costumbres.

Con independencia del país en el que residamos todos sentimos la necesidad de formar parte de esa sociedad. Los españoles que viven en el extranjero también aprenden los tacos y modismos de otros países.

Es una decisión personal decir tacos o no. Algunos extranjeros me han expresado que prefieren omitir las palabrotas de su vocabulario. En cambio otros, me han dicho que se sienten liberados y que tienen una sensación de catarsis cuando dicen las cosas tal y como las sienten.

Me decía una colega psicóloga que decir tacos españoles es un arte debido a la cantidad de usos que se le puede dar a una misma palabra.

¿Y tú qué opinas?

Mercedes Valladares Pineda
Psicóloga Experta en Coaching Transcultural

ACERCA DE LA AUTORA

MERCEDES VALLADARES PINEDA, trabaja en Madrid de forma presencial. Y, a través de plataformas on line, a nivel internacional. Facilita procesos de coaching personal, de negocios y formación a medida a empresas y «one to one» a individuos. Utiliza la psicología y la cultura como dos herramientas que se retroalimentan mutuamente. Por ello, actúa como facilitadora de integración a las personas que quieren adaptarse a otra cultura en tiempo récord para sacar el mejor rendimiento económico y personal durante su estancia en otra cultura. Asimismo, ayuda a parejas mixtas a superar barreras culturales que producen malos entendidos. Ha creado su propio modelo de trabajo inspirado en la Psicología Humanista y el respeto a los Derechos Humanos. Trabaja con expatriados, cooperantes internacionales, ONG, escuelas de negocios y universidades, diplomáticos, cónyuges de diplomáticos y familias de expatriados que necesitan orientación en una nueva cultura.